Si bien, cuentan con el presupuesto para las nuevas instalaciones, la construcción no inicia. 

En estas condiciones reciben lecciones los más de 100 alumnos de la Escuela Caimitos en Florencia de San Carlos.

Este año, los estudiantes y los docentes cumplen cuatro años de que la iglesia evangélica de la comunidad los alberga en sus instalaciones, luego que su planta física fuera clausurada por el Ministerio de Salud, debido al mal estado del edificio.

Pese a los trámites, la construcción de las nuevas instalaciones no inicia.

Esta casa de enseñanza logró que el MEP le depositara 680 millones de colones para la construcción de seis aulas, una administrativa, comedor escolar y tres baterías sanitarias.

Pero, hoy en día, esos recursos, solo alcanzan para tres aulas y una batería sanitaria, un aula administrativa y el comedor.

La presidenta de la junta escolar Silvia Paniagua asegura que han tocado las puertas de la dirección regional de educación, a la Municipalidad de San Carlos y a la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo del Ministerio de Educación Pública DIEE, pero no han recibido respuesta.

Por lo que piden una vez más, la ayuda de las autoridades educativas para garantizarse a los estudiantes una educación de primera calidad.

Entre tanto, las instalaciones educativas clausuradas, se han convertido en un dolor de cabeza para la comunidad, ya que el parecer, es el hogar de algunas personas con problemas de adicción a las drogas