Estas son las muestras recientemente recolectadas por investigadores de la UCR.

Al menos son 10 de ellas que permitirán determinar que sucedió con el deslizamiento en el Parque Nacional Juan Castro Blanco.

Esto les permitirá analizar las composiciones de la profundidad del suelo.

Los primeros movimientos se registran desde el pasado mes de mayo.

Quesada explica que en ese sector se formó una turbera, es decir, un tipo de humedal que acumula materia orgánica.

Esa habría sido la razón por la que, las cabezas de aguas arrastraron esta gran cantidad de árboles.

Aunque muchos perciben una calma, los expertos insisten en que se debe ser precavido, ya que aún hay mucho material inestable en esa zona.

De acuerdo con los datos recopilados por los investigadores, la zona del desprendimiento abarcó un área de 375 metros de ancho y 1,2 km de largo.

Alrededor de 100 hectáreas fueron afectadas por el deslizamiento, 40 hectáreas se desprendieron y causaron la avalancha de detritos en aguas zarcas y alrededor de unas 60 hectáreas quedaron en condición inestable.

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