Gobierno local y MINAE se exoneran de responsabilidades por contaminación con residuos sólidos en finca Vivoyet.

Coligalleros realizan quemas dentro de finca en busca de nuevos hilos de oro.

Los grupos de Whats App se convirtieron en una de las principales armas de los coligalleros contra las autoridades y todo aquello que busque dejar en evidencia su presencia en Crucitas y el impacto de sus acciones como parte de la minería ilegal.

La logística de los grupos coligalleros locales y foráneos se depuraron, desde las primeras incursiones hace más de una década y hoy les permite monitorear los ingresos y salidas a la zona en tan solo segundos y así burlar cualquier operativo.

Y es que las pruebas de la existencia de una red que, permite el encubrimiento entre coligalleros y algunos vecinos, quedó en evidencia una vez más en nuestra más reciente visita a la zona, cuando tan solo minutos después de haber arribado, ya daban seguimiento a nuestros pasos y advertían sobre nuestra presencia.

Para muchos esta situación refuerza la teoría de quienes opinan que los operativos en carretera no son la mejor herramienta para combatir la problemática en Crucitas.

A pesar de que los expertos reconocen que el impacto de la actividad coligallera sigue siendo menor que lo que pudo ser con la minería a cielo abierto, implementada eventualmente por la empresa canadiense Industrias Infinito, la contaminación y el daño ambiental generado en Crucitas es cada vez más evidente.

Actualmente, en la finca Vivoyet se muestran dos escenarios de impacto de la actividad minera. El primero de ellos es lo que se conoce como el pantano; donde la deforestación y contaminación son evidentes a simple vista.

El otros escenario es el que conforman los cerros Botija y Fortuna, donde la contaminación con plástico y la deforestación dejada con el paso de cientos de coligalleros quedó grabada en estas imágenes, aunque la apreciación del del Ministerio de Ambiente y Energía según la respuesta a nuestra pregunta:

«En realidad en la zona no se cortan árboles de diámetros mayores, existe una socola del área con cobertura forestal de diámetros pequeños para realizar los túneles, al igual árboles desraizados por la actividad minera. Pero tala técnicamente (aserrío de árboles) no se detectó.  

La tala en la zona se hizo mucho antes de que empezara el problema de minería ilegal, previo a este problema se dio un decreto de conveniencia nacional que autorizó la tala.

Sin embargo, en relación al problema de minería ilegal, los coligalleros hacen sus galerías en zonas que ya fueron taladas o socavan por debajo de los árboles.

Las situaciones, aunque se presentan en la misma zona no obedecen a un mismo período de tiempo. Por lo que no hay deforestación nueva o más allá de esa primera tala que se dio con la conveniencia nacional.»

Departamento de Comunicación MINAE

Diferente opina el administrador de la finca, Greivin Rodríguez, quien nos acompañó en el recorrido por esta zona, la cual hasta hace un año no había sido tomada por los coligalleros y quien además denuncia como en busca de nuevos hilos de oro, los coligalleros iniciaron la quema de otros sectores en la finca durante las últimas semanas.

En nuestra cuarta entrega hablaremos del Laudo arbitral debido al cual, según el presidente de la república Rodrigo Chaves, no se puede realizar una intervención integral y definitiva en Crucitas.